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martes, 24 de mayo de 2016

Salud Publica 

 Prevención de Caídas 

Según la OMS, anualmente en todo el mundo, el 28 al 35% de las personas de edad avanzada (≥65 años) sufren caídas, y su prevalencia crece globalmente y con la edad. Las caídas son la causa principal de lesiones, discapacidad relacionada con las lesiones y muerte. En las personas de edad avanzada, la gravedad de las lesiones resultantes varía; el 40-60% de las caídas producen cortes importantes, fracturas o lesiones cerebrales traumáticas.
Un estudio halló que el 68% de las personas que sufrieron caídas reportó algún daño; en el 24% de los casos se requirió la atención de la salud, en un tercio experimentó deterioro funcional y las actividades sociales y físicas se vieron afectadas en más del 15%. 
Cerca del 95% de todas las fracturas de cadera tiene como causa una caída; el 95% de los pacientes con fractura de cadera son internados en hogares de ancianos (casi el 40% de las admisiones en esos hogares está relacionado con las caídas), y el 20% de los pacientes con fractura de cadera muere dentro del año.
Las caídas y el miedo a las caídas también reducen notablemente la calidad de vida.  Las caídas pueden desencadenar un circulo vicioso de miedo a las caídas (>25% de los casos), con reducción de la actividad física, pérdida de la condición física, deterioro funcional, deterioro de la capacidad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria, aislamiento social, menor calidad de vida, depresión, aumento del riesgo de caídas posteriores,  institucionalización. Después de una primera caída, las personas tienen un 66% de probabilidad de tener otra caída dentro del año.
 Las caídas son el resultado de interacciones entre múltiples factores de riesgo individuales y ambientales.  

¿Cuáles son los factores ambientales que predisponen a las caídas?

En la vivienda con
a)     Suelos: irregulares, deslizantes, muy pulidos, con desniveles, sin contraste de colores.
b)     Iluminación: luces muy brillantes. Insuficiente.
c)     Escaleras: iluminación inadecuada, ausencia de pasamanos, peldaños irregulares, altos y sin descanso.
d)     Cocina: muebles demasiado alto, suelos resbaladizos.
e)     Baño: lavamanos y inodoro muy bajo para la altura de la persona, ausencia de barra en ducha y frente o al costado del inodoro.
f)      Dormitorio: cama muy alta o baja para la altura de la persona y estrecha, cables sueltos, objetos en el suelo (bajada de cama).
g)     Mascotas
h)    Otros: puertas de vidrio, paredes con grandes espejos, muebles u objetos en desorden.

En calles, plazas, jardines, etc.
a)      Aceras estrechas, con desniveles y obstáculos.
b)     Pavimento defectuoso, mal conservado.
c)     Semáforo de breve duración.
d)     Banco de los jardines y plazas muy bajos o muy altos para la persona.
e)     Pozos de agua.

En los medios de transporte
a)      Escalones de acceso inadecuados muy altos en autobuses, metro, autos, tren, avión.
b)     Movimientos bruscos del vehículo.
c)     Tiempos cortos para entrar o salir.

¿Cuáles son las situaciones que más frecuentemente inducen a las caídas?

a )      La mayoría de las caídas ocurren durante actividades de baja intensidad y en el domicilio
b )   Presencia de Mascotas.
c)   Calzado inadecuado.
d)     Inadecuada distribución del mobiliario.
e )    Vestimenta inadecuada.
f  )  Ingestión de bebidas alcohólicas.
g ) No utilizar ayudas técnicas indicadas (bastón, andadores, lentes).



Evaluación hogareña y ambiental

. Existen listas de comprobación para la evaluación en el hogar, las que están diseñadas para identificar:
• Los riesgos ambientales que pueden ser removidos o evitados, en particular, tropezar con obstáculos tales como cables, alfombras y muebles; presencia de superficies resbaladizas y áreas mal iluminadas.
• Los accesorios que se pueden instalar y los muebles que se pueden modificar para facilitar la transferencia o la caminata son las rampas, los asientos de inodoro y las camas de altura adecuada, las barras de apoyo junto al inodoro y la ducha y, las barandillas a lo largo de las vías para caminar
• La necesidad y las posibilidades del uso de la asistencia de aparatos y dispositivos (aparatos de alcance extendido, dispositivos para la vigilancia de las caídas, personal médico o sistemas de alerta de rescate).

La guía AGS/BGS recomienda que los prestadores de salud interroguen a todas las personas mayores o a sus cuidadores, al menos una vez al año, acerca de las caídas, su frecuencia y las dificultades en la marcha y el equilibrio. Se debe hacer una evaluación de la marcha y del equilibrio a las personas con antecedentes de caídas en los últimos 12 meses. El examen debe incluir:
• La evaluación detallada de la marcha, el equilibrio, la movilidad y, la función y la fuerza muscular de las articulaciones de las extremidades inferiores
• la evaluación de la función neurológica y cognitiva
• La evaluación de los nervios periféricos de las extremidades inferiores, la sensibilidad propioceptiva, los reflejos, las funciones cortical, extrapiramidal y cerebelosa y, el estado cardiovascular
• La evaluación de la agudeza visual
• El examen de los pies y el calzado
• La evaluación de las actividades de la vida diaria, incluyendo el uso del equipo de adaptación y ayudas para la movilidad
• La evaluación de los niveles de actividad actuales, la capacidad funcional percibida y el temor a las caídas.

Conclusión
Las intervenciones multifactoriales, basadas en el ejercicio y personalizadas son la forma más eficaz para reducir las caídas y los costos sanitarios en las personas de edad avanzada residentes en la comunidad. Por lo tanto, los prestadores de salud deben identificar a los grupos de riesgo de caídas y referirlos para la evaluación integral y la aplicación de intervenciones multifactoriales basadas en la evidencia, incluyendo los ejercicios. Uno de los problemas de las intervenciones multifactoriales es que los efectos positivos no pueden ser atribuidos a ninguna intervención en particular, sino al conjunto de su combinación.
La investigación interdisciplinaria sustancial proporciona la base para las recomendaciones eficaces que pueden ayudar a los médicos a reducir las caídas en las personas mayores en la comunidad. Sin embargo, en la práctica, la aplicación de las recomendaciones es escasa.
Para una óptima detección, evaluación, intervención, coordinación de la atención, aplicación  y vigilancia de los programas de reducción de las caídas para las personas mayores en la comunidad, también es necesario un mayor conocimiento de los prestadores de salud y de los programas de prevención de las caídas. Las personas mayores en situación de riesgo de caídas tienen a menudo riesgo de otros síndromes geriátricos como la fragilidad y la discapacidad, por lo que las intervenciones para reducir la caída podrían conseguir beneficios en otros resultados.




Los programas de ejercicio grupales y domiciliarios, que a menudo incluyen algunos ejercicios de entrenamiento del equilibrio y de la fuerza, redujeron de forma efectiva las caídas, al igual que el Tai Chi. En términos generales, los programas de ejercicio dirigidos a la reducción de las caídas parecen reducir las fracturas.

Las intervenciones multifactoriales evalúan el riesgo de caídas de un individuo y luego llevan a cabo el tratamiento u organizan derivaciones para reducir los riesgos identificados.

En términos generales, las pruebas actuales muestran que este tipo de intervención reduce el número de caídas en las personas mayores que viven en la comunidad, pero no el número de personas que sufren caídas durante el seguimiento. Estas intervenciones son complejas, y su efectividad puede depender de factores que aún deben determinarse.

Las intervenciones para mejorar la seguridad en el hogar parecen ser efectivas, especialmente en las personas en mayor riesgo de caídas y cuando son administradas por terapeutas ocupacionales. Usar un dispositivo antideslizante para el calzado en suelos cubiertos de hielo puede reducir las caídas.

La administración de suplementos de vitamina D no parece reducir las caídas en la mayoría de las personas mayores que residen en viviendas comunitarias, aunque puede hacerlo en las que tienen niveles inferiores de vitamina D en sangre antes del tratamiento.

Algunos fármacos aumentan el riesgo de caídas. Tres ensayos en esta revisión no lograron reducir el número de caídas al examinar y ajustar los fármacos. Un cuarto ensayo que incluyó a médicos de cabecera y a sus pacientes en la revisión de los fármacos fue efectivo para reducir las caídas. Se ha demostrado que el retiro gradual de un tipo particular de fármaco para mejorar el sueño, reducir la ansiedad, y tratar la depresión (medicación psicotrópica) reduce las caídas.

La cirugía de cataratas reduce las caídas en las mujeres que se operan el primer ojo afectado. La inserción de un marcapasos puede reducir las caídas en los pacientes con caídas frecuentes asociadas a hipersensibilidad del seno carotídeo, una enfermedad que puede provocar cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

En las personas con dolor del pie incapacitante, el agregado de evaluación del calzado, plantillas hechas a medida y ejercicios del pie y el tobillo a la podiatría (podologo) regular redujeron el número de caídas, pero no el número de personas que sufrieron caídas.

Las pruebas en relación con la provisión de materiales didácticos solos para la prevención de caídas no son concluyentes.

Bibliografia http://web.minsal.cl/portal/url/item/ab1f8c5957eb9d59e04001011e016ad7.pdf

http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=89060

http://www.cochrane.org/es/CD007146/intervenciones-para-la-prevencion-de-caidas-en-las-personas-de-edad-avanzada-que-residen-en-la

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