Salud Publica
Prevención de Caídas
Según la OMS,
anualmente en todo el mundo, el 28 al 35% de las personas de edad avanzada (≥65
años) sufren caídas, y su prevalencia crece globalmente y con la edad. Las
caídas son la causa principal de lesiones, discapacidad relacionada con las
lesiones y muerte. En las personas de edad avanzada, la gravedad de las
lesiones resultantes varía; el 40-60% de las caídas producen cortes
importantes, fracturas o lesiones cerebrales traumáticas.
Un estudio halló que el 68% de las
personas que sufrieron caídas reportó algún daño; en el 24% de los casos se
requirió la atención de la salud, en un tercio experimentó deterioro funcional y las
actividades sociales y físicas se vieron afectadas en más del 15%.
Cerca del
95% de todas las fracturas de cadera tiene como causa una caída; el 95% de los
pacientes con fractura de cadera son internados en hogares de ancianos (casi el
40% de las admisiones en esos hogares está relacionado con las caídas), y el
20% de los pacientes con fractura de cadera muere dentro del año.
Las caídas y el miedo a las caídas también reducen notablemente la
calidad de vida. Las caídas pueden
desencadenar un circulo vicioso de miedo a las caídas (>25% de los casos), con reducción
de la actividad física, pérdida de la condición física, deterioro funcional,
deterioro de la capacidad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria,
aislamiento social, menor calidad de vida, depresión, aumento del riesgo de
caídas posteriores, institucionalización. Después de una primera caída,
las personas tienen un 66% de probabilidad de tener otra caída dentro del año.
Las
caídas son el resultado de interacciones entre múltiples factores de riesgo
individuales y ambientales.
¿Cuáles son
los factores ambientales que predisponen a las caídas?
En la vivienda
con
a) Suelos: irregulares, deslizantes, muy pulidos,
con desniveles, sin contraste de colores.
b) Iluminación: luces muy brillantes.
Insuficiente.
c) Escaleras: iluminación inadecuada, ausencia de
pasamanos, peldaños irregulares, altos y sin descanso.
d) Cocina: muebles demasiado alto, suelos
resbaladizos.
e) Baño: lavamanos y inodoro muy bajo para la
altura de la persona, ausencia de barra en ducha y frente o al costado del inodoro.
f) Dormitorio: cama muy alta o baja para la
altura de la persona y estrecha, cables sueltos, objetos en el suelo (bajada de
cama).
g) Mascotas
h) Otros:
puertas de vidrio, paredes con grandes espejos, muebles u objetos en desorden.
En calles,
plazas, jardines, etc.
a) Aceras
estrechas, con desniveles y obstáculos.
b)
Pavimento
defectuoso, mal conservado.
c)
Semáforo
de breve duración.
d)
Banco de
los jardines y plazas muy bajos o muy altos para la persona.
e)
Pozos de
agua.
En los medios
de transporte
a) Escalones
de acceso inadecuados muy altos en autobuses, metro, autos, tren, avión.
b)
Movimientos bruscos del vehículo.
c)
Tiempos
cortos para entrar o salir.
¿Cuáles son
las situaciones que más frecuentemente inducen a las caídas?
a ) La
mayoría de las caídas ocurren durante actividades de baja intensidad y en el
domicilio
b ) Presencia de Mascotas.
c) Calzado inadecuado.
d) Inadecuada distribución del mobiliario.
e ) Vestimenta inadecuada.
f ) Ingestión de bebidas alcohólicas.
g ) No
utilizar ayudas técnicas indicadas (bastón, andadores, lentes).
Evaluación hogareña y
ambiental
. Existen listas de comprobación para la evaluación en
el hogar, las que están diseñadas para identificar:
• Los riesgos ambientales que pueden ser removidos o
evitados, en particular, tropezar con obstáculos tales como cables, alfombras y
muebles; presencia de superficies resbaladizas y áreas mal iluminadas.
• Los accesorios que se pueden instalar y los muebles
que se pueden modificar para facilitar la transferencia o la caminata son las
rampas, los asientos de inodoro y las camas de altura adecuada, las barras de
apoyo junto al inodoro y la ducha y, las barandillas a lo largo de las vías
para caminar
• La necesidad y las posibilidades del uso de la
asistencia de aparatos y dispositivos (aparatos de alcance extendido,
dispositivos para la vigilancia de las caídas, personal médico o sistemas de
alerta de rescate).
La guía AGS/BGS recomienda que los prestadores de
salud interroguen a todas las personas mayores o a sus cuidadores, al menos una
vez al año, acerca de las caídas, su frecuencia y las dificultades en la marcha
y el equilibrio. Se debe hacer una evaluación de la marcha y del equilibrio a
las personas con antecedentes de caídas en los últimos 12 meses. El examen debe
incluir:
• La evaluación detallada de la marcha, el equilibrio,
la movilidad y, la función y la fuerza muscular de las articulaciones de las
extremidades inferiores
• la evaluación de la función neurológica y cognitiva
• La evaluación de los nervios periféricos de las
extremidades inferiores, la sensibilidad propioceptiva, los reflejos, las
funciones cortical, extrapiramidal y cerebelosa y, el estado cardiovascular
• La evaluación de la agudeza visual
• El examen de los pies y el calzado
• La evaluación de las actividades de la vida diaria,
incluyendo el uso del equipo de adaptación y ayudas para la movilidad
• La evaluación de los niveles de actividad actuales,
la capacidad funcional percibida y el temor a las caídas.
Conclusión
Las intervenciones multifactoriales, basadas en el
ejercicio y personalizadas son la forma más eficaz para reducir las caídas y
los costos sanitarios en las personas de edad avanzada residentes en la
comunidad. Por lo tanto, los prestadores de salud deben identificar a los
grupos de riesgo de caídas y referirlos para la evaluación integral y la
aplicación de intervenciones multifactoriales basadas en la evidencia,
incluyendo los ejercicios. Uno de los problemas de las intervenciones
multifactoriales es que los efectos positivos no pueden ser atribuidos a
ninguna intervención en particular, sino al conjunto de su combinación.
La investigación interdisciplinaria sustancial proporciona
la base para las recomendaciones eficaces que pueden ayudar a los médicos a
reducir las caídas en las personas mayores en la comunidad. Sin embargo, en la
práctica, la aplicación de las recomendaciones es escasa.
Para una óptima detección, evaluación, intervención,
coordinación de la atención, aplicación y vigilancia de los programas de
reducción de las caídas para las personas mayores en la comunidad, también es
necesario un mayor conocimiento de los prestadores de salud y de los programas
de prevención de las caídas. Las personas mayores en situación de riesgo de
caídas tienen a menudo riesgo de otros síndromes geriátricos como la fragilidad
y la discapacidad, por lo que las intervenciones para reducir la caída podrían
conseguir beneficios en otros resultados.
Los programas de ejercicio grupales y domiciliarios, que a menudo incluyen algunos ejercicios de entrenamiento del equilibrio y de la fuerza, redujeron de forma efectiva las caídas, al igual que el Tai Chi. En términos generales, los programas de ejercicio dirigidos a la reducción de las caídas parecen reducir las fracturas.
Las intervenciones multifactoriales evalúan el riesgo de caídas de un individuo y luego llevan a cabo el tratamiento u organizan derivaciones para reducir los riesgos identificados.
En términos generales, las pruebas actuales muestran que este tipo de intervención reduce el número de caídas en las personas mayores que viven en la comunidad, pero no el número de personas que sufren caídas durante el seguimiento. Estas intervenciones son complejas, y su efectividad puede depender de factores que aún deben determinarse.
Las intervenciones para mejorar la seguridad en el hogar parecen ser efectivas, especialmente en las personas en mayor riesgo de caídas y cuando son administradas por terapeutas ocupacionales. Usar un dispositivo antideslizante para el calzado en suelos cubiertos de hielo puede reducir las caídas.
La administración de suplementos de vitamina D no parece reducir las caídas en la mayoría de las personas mayores que residen en viviendas comunitarias, aunque puede hacerlo en las que tienen niveles inferiores de vitamina D en sangre antes del tratamiento.
Algunos fármacos aumentan el riesgo de caídas. Tres ensayos en esta revisión no lograron reducir el número de caídas al examinar y ajustar los fármacos. Un cuarto ensayo que incluyó a médicos de cabecera y a sus pacientes en la revisión de los fármacos fue efectivo para reducir las caídas. Se ha demostrado que el retiro gradual de un tipo particular de fármaco para mejorar el sueño, reducir la ansiedad, y tratar la depresión (medicación psicotrópica) reduce las caídas.
La cirugía de cataratas reduce las caídas en las mujeres que se operan el primer ojo afectado. La inserción de un marcapasos puede reducir las caídas en los pacientes con caídas frecuentes asociadas a hipersensibilidad del seno carotídeo, una enfermedad que puede provocar cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
En las personas con dolor del pie incapacitante, el agregado de evaluación del calzado, plantillas hechas a medida y ejercicios del pie y el tobillo a la podiatría (podologo) regular redujeron el número de caídas, pero no el número de personas que sufrieron caídas.
Las pruebas en relación con la provisión de materiales didácticos solos para la prevención de caídas no son concluyentes.
Bibliografia http://web.minsal.cl/portal/url/item/ab1f8c5957eb9d59e04001011e016ad7.pdf
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=89060
http://www.cochrane.org/es/CD007146/intervenciones-para-la-prevencion-de-caidas-en-las-personas-de-edad-avanzada-que-residen-en-la
Las intervenciones para mejorar la seguridad en el hogar parecen ser efectivas, especialmente en las personas en mayor riesgo de caídas y cuando son administradas por terapeutas ocupacionales. Usar un dispositivo antideslizante para el calzado en suelos cubiertos de hielo puede reducir las caídas.
La administración de suplementos de vitamina D no parece reducir las caídas en la mayoría de las personas mayores que residen en viviendas comunitarias, aunque puede hacerlo en las que tienen niveles inferiores de vitamina D en sangre antes del tratamiento.
Algunos fármacos aumentan el riesgo de caídas. Tres ensayos en esta revisión no lograron reducir el número de caídas al examinar y ajustar los fármacos. Un cuarto ensayo que incluyó a médicos de cabecera y a sus pacientes en la revisión de los fármacos fue efectivo para reducir las caídas. Se ha demostrado que el retiro gradual de un tipo particular de fármaco para mejorar el sueño, reducir la ansiedad, y tratar la depresión (medicación psicotrópica) reduce las caídas.
La cirugía de cataratas reduce las caídas en las mujeres que se operan el primer ojo afectado. La inserción de un marcapasos puede reducir las caídas en los pacientes con caídas frecuentes asociadas a hipersensibilidad del seno carotídeo, una enfermedad que puede provocar cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
En las personas con dolor del pie incapacitante, el agregado de evaluación del calzado, plantillas hechas a medida y ejercicios del pie y el tobillo a la podiatría (podologo) regular redujeron el número de caídas, pero no el número de personas que sufrieron caídas.
Las pruebas en relación con la provisión de materiales didácticos solos para la prevención de caídas no son concluyentes.
Bibliografia http://web.minsal.cl/portal/url/item/ab1f8c5957eb9d59e04001011e016ad7.pdf
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=89060
http://www.cochrane.org/es/CD007146/intervenciones-para-la-prevencion-de-caidas-en-las-personas-de-edad-avanzada-que-residen-en-la











